Entrevista a Silvana Mosquera, creadora de Al borde llama: una vuelta a los orígenes
Al borde llama comenzó en 2009 con un almohadón. Hoy, es un proyecto consolidado que tiene su propio espacio en un garaje del barrio de La Boca y desarrolla piezas textiles con diversas técnicas de tejeduría y estampería. Silvana Mosquera, Diseñadora Gráfica detrás de la marca, comparte su encanto con el trabajo artesanal y las culturas regionales y fantasea con los cruces entre lo artificial y lo artesanal, lo mecánico y lo natural. Ensamble y Mecánica son sus carpetas para El Espartano, cuyas tramas maquínicas remiten a su universo geométrico y colorido.
¿Cómo es la búsqueda que guía tus procesos de trabajo?
Respeto la formación profesional y también valoro mucho la intuición, de modo que mi metodología transita ambos mundos. Cada proyecto sigue su proceso. Hago anotaciones en cuadernos que me sirven como disparadores. Generalmente parte de una inspiración, algo que de repente se me ocurre y empiezo a pensar cómo llevarlo a cabo: materiales, hilados, colores…En general no trabajo solamente con una fibra, no soy radical. Paralelo a esto, veo con qué recursos cuento. Esto es fundamental porque en cierta manera, es una etapa de selección. Trabajo en medio de una vorágine de ideas, posibilidades, y sufro una gran frustración si no puedo concretar alguna de esas ideas. Y cuando me frustro me refugio en la inspiración y así genero un círculo constante de producción.
Los diseños de Silvana reflejan los cruces entre lo artesanal y lo artificial. Con hilados de pura lana, la textura de Ensamble es suave y mullida.
¿Dónde encontrás tu inspiración?
Me inspiran las interrelaciones, la interdisciplina, la biología, la arquitectura, el cine, la escultura, los viajes. La fuerza generativa de las anomalías, las deformaciones, las formaciones, los ensambles, la geometría, la calle, la naturaleza. La vida diaria es para mí una fuente de inspiración.
¿Cómo surge el interés en el contexto de Latinoamérica?
Al borde llama nace en medio de un viaje alrededor del país en 2009. El puntapié de inspiración fue la cultura regional norteña de Argentina, específicamente la estética utilizada en los trajes de carnaval, sus colores, sus brillos. Siempre me gustó mucho el arte de los carnavales, las murgas. Hay en ese sentido una intención de revalorizar la cultura latinoamericana precolombina y sus aportes en las diversas áreas de oficios. Sentar bandera y abandonar la idealización romántica de lo europeo para mirar un poco más cerca. En este punto, el barrio de La Boca donde nací y hoy trabajo, con su mixtura, su arquitectura, sus colores, también tiene mucha impronta en la marca. Por ejemplo, la serie de almohadones ¡Viva! remite a la idea de la bandera como símbolo. Cada uno de esos almohadones podrían representar el diseño de una nueva bandera. Técnicamente, al no tener un patrón que se repite, son tejidos a mano, a diferencia de otros productos de la marca.
¿Te interesa explorar lo artesanal/industrial como formas de producción?
Me interesa en relación a cada proyecto. Personalmente, voy y vengo entre ambas formas porque las encuentro complementarias. Parto del trabajo manual y algunas piezas son luego elaboradas de manera industrial. Otras, son exclusivamente artesanales. Hay muchos detalles que no se logran de la misma manera industrialmente que de forma artesanal y, por el contrario, hay piezas que sí requieren de la industrialización.
Izquierda: Otro producto textil de Silvana, con clara referencia a las culturas regionales. Derecha: Plantilla para la confección del tejido de la serie de almohadones ¡Viva!
¿Cuál fue el mayor desafío en la realización de Ensamble y Mecánica?
Pensar en la alfombra como una pieza en 360 grados. Con El Espartano, diseñamos la colección desde la espacialidad: al ser una pieza que se ubica en el piso, tiene una distancia de observación y de ubicación bien diferente a lo que venía trabajando. El tema del color también fue interesante cómo se dio. La pomponera me dio un límite en ese aspecto al cual no estoy acostumbrada, y trabajé con tonos que en general no uso, colores fríos en vez de cálidos.
Silvana Nicanora Mosquera es Diseñadora Gráfica por la Universidad de Buenos Aires, fundadora y directora creativa de la marca Al Borde Llama. Además, se formó en el campo de las artes visuales con Diana Aisenberg. Sus trabajos fueron exhibidos en galerías de arte y publicados en revistas y libros de diseño tanto nacionales e internacionales. Las piezas textiles de Al Borde Llama han sido seleccionadas por Opening Ceremony para formar parte de su tienda en Nueva York en el marco del diseño argentino. También son difundidas en España, Chile y Brasil.