Entrevista a Rebeccah Pailes-Friedman: innovación en diseño textil y tecnología usable para un futuro sostenible

Rebeccah Pailes-Friedman es fundadora y directora de Interwoven Design Group, una empresa que se dedica a la investigación y el análisis en diseño para clientes que van desde start-ups hasta NASA. Combina su experiencia en tecnología usable y textiles inteligentes con una pasión por el diseño y forma parte del Pratt Institute en Nueva York.

¿Cómo comenzó con Interwoven?

Fundé Interwoven Design Group cuando vi la oportunidad de aplicar innovación en textiles y utilitarios inteligentes en empresas que no poseían un equipo de diseño interno como para desarrollar productos in-house. Venía de trabajar para Nike como Directora de Diseño de su marca Starter cuando decidieron hacer una reestructuración y un redireccionamiento de la marca. En ese contexto, decidí utilizar ese quiebre en mi carrera profesional como empuje inicial para comenzar Interwoven. Desde entonces, he ayudado a muchas empresas, grandes y pequeñas, a transformar sus sueños en productos reales.   

´Proyecto R:61´. Propone una investigación material junto con la búsqueda y la fabricación de la forma, haciendo foco en la variedad de posibilidades de aplicación en textiles, desde ropa hasta objetos y arquitectura.

¿Cómo hizo de la tecnología usable (wearable techonology) su experiencia quince años atrás?

Vestimos tecnología desde hace siglos. Los anteojos, un reloj pulsera, un par de calzas para correr, son todos ejemplos de los increíbles avances tecnológicos adaptados para ser usados en el cuerpo y que han revolucionado la manera en que funcionamos, incrementando nuestros sentidos, mejorando nuestra productividad y aumentando nuestra movilidad. Lo que sucede es que en los últimos años la cantidad de productos en el mercado ha crecido de manera exponencial. Personalmente, comencé a interesarme en cómo las cosas que usábamos afectaban nuestro rendimiento durante mi paso por la escuela secundaria, cuando era una atleta de competición. Mi entrenador era Jeff Johnson, uno de los primeros empleados de Nike. El trabajaba en I+D y nuestro equipo de entrenamiento era su grupo de testeo. Cuando fui testigo de cómo la vestimenta y el calzado de rendimiento mejoraban nuestra performance en la pista, me entusiasmé. Desde entonces, todo lo que diseño es para potenciar el rendimiento del cuerpo humano.

Tutú de fibra óptica. Inspirado en la combinación de naturaleza y tecnología, esta pieza combina una silueta tradicional de ballet con luces construidas con fibra óptica sujetada en diferentes capas de la tela.

Es decir, su objetivo no es la tecnología en sí misma sino que el cuerpo sea más eficiente. Está introduciendo una noción muy importante en el tema, el “cuerpo humano”. ¿Cómo logra encontrar en sus proyectos un equilibrio entre la “humanidad” del cuerpo y la “artificialidad” de la tecnología?

Creo que dos de las cosas más fascinantes que tenemos los seres humanos son la imaginación y la creatividad. Algunos antropólogos argumentan que lo que nos diferencia del reino animal es nuestra habilidad para fabricar y utilizar nuestras propias herramientas. Así fue que comenzamos a hacer ropa, para darle protección a nuestra piel y adornar nuestros cuerpos, y diseñamos armas para defendernos y cazar. Ese fue el comienzo del deseo de alterar y mejorar nuestro estado natural. Uno podría argumentar que este primer paso fue tan revolucionario como la primera prótesis controlada robóticamente, un audífono o un biosensor. La tecnología para el cuerpo no es un elemento artificial sino una progresión natural de nuestra humanidad y de nuestro deseo de alcanzar objetivos más altos.

Cuando habla del proceso de diseño en Interwoven, menciona la palabra “colaboración”. ¿Cómo entiende el proceso de un trabajo de diseño en colaboración? 

La colaboración es un componente clave en cualquier proyecto que encaro. Nadie hace nada en un vacío; cuantas más personas trabajen para resolver un problema, mejor será la solución. Por eso, unas de las principales filosofías de Interwoven es trabajar en equipo y traer expertos que aporten experiencia en áreas específicas para poder ayudarnos cuando estamos resolviendo algún aspecto excepcionalmente difícil de un problema mayor.

¿De dónde surgen los encargos de Interwoven? ¿Vienen directo de sus clientes o se relacionan con su interés por el trabajo experimental?

La mayoría del trabajo llega a través del boca a boca, he tenido suerte debo decir. Como investigadora y profesora, frecuentemente doy charlas y publico mi trabajo, lo cual hace que alguna gente se acerque a lo que estoy haciendo. Suelo contestar preguntas que me envían por correo electrónico desde todo el mundo sobre productos que utilizan textiles, problemas con el desarrollo de un producto o bien una investigación de doctorado. También, me gusta explorar nuevas ideas con trabajos especulativos y otras piezas que no están destinadas a convertirse en productos de consumo. Me interesa intercambiar opiniones sobre el futuro de la tecnología para el cuerpo, que incluye temas como realidad aumentada, biométrica, inteligencia artificial, sustentabilidad, privacidad y recolección de datos, entre otros.     

¿Podría nombrar alguna de estas ideas experimentales y en qué proyecto se vieron reflejadas?

El Proyecto BioWear es un ejemplo de esto. Los accesorios cinéticos de BioWear recopilan los datos físicos del usuario y usan esa información para manipular su apariencia externa. Los seres humanos somos capaces de ocultar respuestas emocionales, proyectando mensajes que contradicen nuestros sentimientos. Pero, ¿y si tuviéramos colas, plumas o pieles que hicieran evidente nuestras verdaderas respuestas a través de datos biométricos? La pieza final es estéticamente hermosa y posee un movimiento sutil y algo abstracto de las plumas. Es una señal física de que algo sucede dentro del usuario que crea interés, algo que despierta la curiosidad del espectador. Queríamos un objeto hermoso que el usuario quisiera llevar, algo deseable, magnético, sexy, independientemente de la tecnología que tuviera. Queríamos que la tecnología respaldara la estética, y no al revés. Como extensión de nuestros cuerpos físicos, BioWear plantea dudas sobre el futuro y los límites de la comunicación a través de la moda, el diseño y la tecnología.

Izquierda: ´Proyecto BioWear´. Es un accesorio cinético que comunica las emociones humanas a través de la tecnología usable. Derecha: Wearable Technology Design Studio (NASA). Los estudiantes investigaron y desarrollaron una serie de proyectos con tenología usable incluyendo productos Arduino, sensores electrónicos, solenoides, LEDs y otros dispositivos.

¿Cuál es la clave para el éxito en los proyectos de tecnología usable?

Para que las prendas tengan éxito, necesitan algo más que brindar la información correcta; necesitan ofrecer la percepción correcta y ayudar a transformar esa percepción en una acción que realmente beneficie al usuario.

Como referente de futuras tendencias, ¿qué rol le otorga al diseño, especialmente en Latinoamérica?

Creo que Latinoamérica tiene un futuro brillante en cuanto al diseño. Para llevar a cabo una revolución en el diseño se precisa haber enfrentado adversidades y alteraciones, poseer una profunda conexión con la cultura y un impulso para cambiar la realidad. En la última década o más, he visto el surgimiento de una tremenda ola de talento de diseño en Latinoamérica.

¿Hacia dónde se dirige la tecnología usable?

La tecnología usable es sin dudas parte de nuestro futuro. En poco tiempo será tan usual -tanto como lo es hoy usar un par de anteojos- que nadie notará que la ropa hará muchas más cosas que las que hace hoy en día. Esto comenzará con nuestra misión a Marte, se están desarrollando muchas nuevas tecnologías para este increíble viaje. De hecho, actualmente estoy trabajando en una serie de proyectos para la NASA que mejorarán la eficacia, la seguridad y la salud de los astronautas durante la misión.

Menciona la misión a Marte como uno de los eventos futuros más importantes. ¿Podría contar un poco más sobre esta posibilidad?

En un desafío presentado por la NASA, los estudiantes de Arquitectura y Diseño Industrial del Instituto Pratt donde doy clase fueron convocados para abordar problemas de diseño relacionados con los viajes espaciales. Los estudiantes trabajaron en un proyecto para desarrollar un hábitat de tránsito, o un módulo, para la exploración a Marte. El semestre inicial estuvo orientado a la investigación y al concepto, culminando en una solución de diseño para el hábitat de tránsito que incorporó sistemas para soporte vital, sueño, ejercicio, medicina, preparación y consumo de alimentos, estaciones de trabajo, experimentación y relajación. El segundo semestre involucró un análisis crítico del trabajo realizado en el primer semestre y la fabricación de un Prototipo de Hábitat de Tránsito a gran escala. Dirigido junto a Michael Morris, este curso se llevó a cabo por teleconferencia con MIT, la Universidad Stony Brook y profesores y estudiantes de Ingeniería de la Universidad Carnegie Mellon, la NASA y personal líder de la industria aeroespacial, académicos y contribuyentes corporativos que facilitaron la investigación con materiales avanzados, robótica e impresión 3-D.