Entrevista a Adriana Torres: la maternalidad en el arte

León Buda es una carpeta elaborada por artesanos y diseñada por Miga de Pan. La pieza prolonga el mundo intuitivo y místico del bordado que explora Adriana Torres, su creadora. Treinta años atrás, Adriana viajaba a Nueva York y se fascinaba con una tienda de papeles que vendía muñecos de toalla. Muñecos de patas largas, personajes inventados, animales y cierto fetiche con los leones dieron vida a un mundo de sueños que se convirtió en su marca. Aparte de las múltiples incursiones en diversas profesiones, su formación como ilustradora le dio las alas para poder desplegar y profesionalizar sus diseños. En sus viajes por el mundo investiga continuamente técnicas de bordado y procura siempre traer consigo hilos, retazos de telas y sobre todo, experiencias.

¿Cuál fue tu formación profesional y cómo se relaciona con tu primera incursión en el bordado?

Estudié Arquitectura y Diseño Gráfico. Posteriormente, hice siete años de Ilustración con Silvia Mato. Con Silvia trabajábamos mucho con los sueños, con los miedos, con todo lo personal. Incluso, había clases que arrancábamos con estados de semi-hipnosis, meditación. Mi formación con ella representa un antes y un después en mi carrera profesional. Siempre me atrajo lo textil, en particualr el tema de los muñecos, pero no muñecos para niños. Antes de tener a mi hija Felicitas, esa dimensión era invisible para mí. En 2005, siendo Directora de Arte, vi una exhibición en Japón de diseñadores que hacían muñecos pero no para niños, y eso me fascinaba. “Yo quiero hacer personajes”, dije. Compré libros, monté el estudio en el barrio de Saavedra y le escribí a Silvia Mato diciéndole que quería hacer muñecos con mis propios personajes. Finalmente, muchos resultaron ser muñecos infantiles porque en medio de ese tiempo tuve una hija.

Diseño original realizado a mano con técnicas de bordado artesanal.

¿Cómo son tus procesos de trabajo? ¿Tienen algún reflejo de la operativa que aprendiste con Silvia?

Sin dudas, para mí el momento de trabajo sigue siendo un ritual, es un proceso muy íntimo. Las ideas me llegan antes de dormir o de levantarme, en estados de semi-consciencia. Mi técnica de ilustración es el bordado. Lo decidí cuando no había casi nada de eso en Argentina. Todo el mundo estaba con la ilustración. La técnica de crochet que uso se llama bordado ruso y se utiliza para dar volumen. Lo primero que diseñé fue un móvil para Felicitas con distintos animales, diseñado casi arquitectónicamente. A diferencia de la tradicional técnica japonesa, yo pienso las formas de manera muy geométrica. En el caso de León Buda hicimos la síntesis de la melena del león. Luego, unos calados de la melena y también del elefante.

¿Qué inspira tus realizaciones?

La temática del león es algo que me encanta. No dibujo personas, me fascinan los animales.

¿Te interesa explorar en tus trabajos lo artesanal/industrial como formas de producción?

Ambos procesos me interesan a la hora de producir mis colecciones. Dependiendo del producto, prefiero una forma u otra. Generalmente, es la propia materialidad del objeto la que define el modo de producción. La producción artesanal es interesante cuando se logra un trabajo en serie que responda a ciertos parámetros estéticos y formales. Y esto es posible si se domina la técnica. La inclusión de herramientas en el proceso puede acelerar los tiempos de producción, aunque siempre serán ediciones limitadas o de autor. La producción industrial, por su parte, tiene la ventaja de la reproducción masiva y la consecuente disminución de costos, aunque ocasionando cierta “deshumanización” del producto. Una manera de acercar estos objetos más impersonales a la gente es mediante la incorporación del diseño, que es lo que se hizo en Alemania en la década del veinte con la Bauhaus. Para mí, el desafío está en combinar ambos modelos de producción.

Izquierda: León Ander es una carpeta calada circular de 86 centímetros de diámetro. Derecha: Elefante Farnesio. Alfombra de 41 x 117 centímetros con pequeños calados.

¿Cuál fue el mayor desafío en la realización de León Buda con El Espartano?

El pasaje de escala. El diseño original es pequeño y bordado a mano con la técnica del bordado ruso. En el caso de la alfombra, la técnica es muy similar pero hecha por medio del handtufting, lo que dio la posibilidad de tener un producto de dimensiones mucho mayores.

¿En qué lugar de tu recorrido profesional ubicás a León Buda y qué representó para vos como profesional del diseño?

Cuando comenzamos a trabajar junto a El Espartano yo ya había firmado varios acuerdos de licencia con empresas argentinas y del exterior y tenía experiencia diseñando para producir en serie, pero siempre mediante procesos artesanales. La colaboración con El Espartano representa la posibilidad de incorporar mis diseños a una colección de alfombras producidas de una manera que combina lo artesanal con lo últimos avances en tecnología textil.

¿Qué es una alfombra para Adriana Torres?

Representa los comienzos. Cuando empecé con mi marca Miga de Pan, lo primero que hice fue una alfombra bordada con flores que llamé Felicitas.

¿Cómo ves actualmente el panorama del bordado en Buenos Aires? Estalló hace un par de años. Hay ilustradores que se están volcando a esto y se están viendo cosas que están buenas. Desde el punto de vista de la técnica, tal vez se necesite un poco más de tiempo para ver grandes cambios.


Adriana Torres es artista, diseñadora y creadora de la marca Miga de Pan. Estudió Arquitectura y Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires. Paralelamente, se formó en Bellas Artes, Fotografía e Ilustración. Su colección de objetos fue distinguida con el Sello de Buen Diseño Argentino y fue seleccionada para formar parte de los pabellones de 100% Design London, Maison & Objet Paris y Pitti Bimbo en Italia, para representar al diseño argentino. Recibió el primer premio del Concurso Nacional de Artesanías organizado por el Fondo Nacional de las Artes en el rubro Muñequería Textil Contemporánea. Su trabajo fue publicado en varios medios gráficos, entre ellos Stich-illo (Uppercase), Encore! The new Artisans (Thames & Hudson), Super Handmade (Designers Book) y DPI Magazine de Taiwan. Su personaje “Farnesio el elefante” fue tapa de Modern Decoration Home (Hong Kong) y “Ander el león” de la revista británica Embroidery. Dictó clases de bordado en Argentina, Brasil, México, Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Alemania y España. Sus obras textiles fueron expuestas en las Galerías Mar Dulce y Aldo de Sousa en Buenos Aires, en Leipzig y en la Exposición de Arte Textil en la Puerta de Versailles en París. Actualmente, su colección de objetos se comercializa en varios países alrededor del mundo.