El proceso artesanal de Priscila Estrada: “Todo se teje a mano, sin atajos”

Un telar de pie de 4 cuadros, lana 100 % natural, pincel de madera y teñido a mano. Así fue el proceso de creación de Nómade, un almohadón ideado en una colaboración con Priscila Estrada, tejedora de nacionalidad mexicana que reside en la Argentina desde hace más de 15 años. 

Para Priscila, su trabajo manual y de slow cloth es un medio de expresión y hasta una forma de meditación. Es un trabajo dedicado, planeado y paciente, regido por la nobleza del telar y el trabajo de las manos -y del cuerpo entero- que implica este tipo de tejido. Reconociendo la riqueza de un material en reutilización, considera al upcycling como una oportunidad de darle una segunda y nueva vida a los sobrantes de lana ya hilada por El Espartano que conforman la materia prima de Nómade.   

“Todo se hace a mano, sin atajos”, explica Priscila. El proceso de tejido con urdimbre entintada es completamente artesanal: para cada almohadón de 1×1 m se utilizan 480 hilos de lana que, una vez entintados, se tienden sobre el telar para cubrir su ancho y se enhebran uno a uno en los diferentes cuadros. Luego, se repite el procedimiento con el peine, pasando cada hilo por la ranura. Utilizando una lanzadera se tejen 2,80 m de tela que se utilizará para la confección del almohadón.   

El entintado es una parte fundamental del proceso. Sin perder de vista la calidad y belleza estética del producto final, estos excedentes de lana, que lejos están de ser trash, son entintados manualmente por Priscila con mucha paciencia y cuidado. Persiguiendo estímulos que desafíen su naturaleza inclinada al orden, lo simétrico y el control, encontró en el entintado de urdimbre un descontrol y soltura que lograron resultados sorprendentes. “Vengo haciendo este ejercicio hace años y sigue incomodándome la incertidumbre que me genera. Quizás el día que me resulte cómodo, lo dejaré de hacer”, expresa. 

 Esta colaboración se llevó a cabo mediante un intercambio comprometido y creativo por ambas partes para llegar al producto final. “El nombre salió de ustedes, pero es como si me hubieran visto a mí… Yo me siento nómade, yo soy nómade”, comparte Priscila. “Siempre hubo un ir y venir de ideas que enriquecieron el producto final. Le tengo mucho cariño a Nómade, es más emocional que racional”.  


Priscila Estrada es tejedora de nacionalidad mexicana nacida en Veracruz. Reside en la Argentina hace más de 15 años, y desde su taller se dedica al tejido manual en telar de madera. Su formación como tejedora incluye estudios en Argentina y Londres. Desde hace varios años da clases y enseña la profesión que le apasiona. 


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